Pitágoras en el museo: cuando el teorema se vuelve arte y no tarea

 A ver, confiesa querido estudiante: ¿cuándo fue la última vez que pensaste en Pitágoras sin estar frente a un examen o rogando por un formulario en la esquina de una hoja? El tipo del triángulo rectángulo —sí, ese mismo, el de a² + b² = c²— no solo es el rockstar de los libros de texto, sino que, sorprendentemente, también tiene su club de fans en el mundo del arte. Sí, así como lo lees. Pitágoras también cuelga de paredes de galerías y no solo de los gritos de alumnos en evaluación.

El famosísimo teorema ha sido la musa de artistas conceptuales que, o bien amaban las matemáticas en la prepa, o bien decidieron vengarse del profe de geometría con instalaciones hechas de avellanas, piedras, tiza o lo que encuentren a mano. ¿Ejemplo? Mel Bochner, que en los 70 decidió que un montón de avellanas era suficiente para explicarle al mundo que 3² + 4² = 5²… aunque sus triángulos no fueran muy pitagóricos que digamos (los puristas matemáticos lloraron; los artistas aplaudieron). Arte, qué te digo.

Mel Bochner, Meditación sobre el Teorema de Pitágoras con avellanas, 1972

Y no es el único. Desde instalaciones donde Obama aparece junto a diagramas de Euclides (true story) hasta reinterpretaciones del teorema con círculos al estilo “yo también sé geometría pero quiero ser rebelde”, el Teorema de Pitágoras se pasea por museos de EE.UU., Chipre y hasta por la masonería con escuadras y compases dignos de novela de conspiración. También hay pentágonos, números áureos y guiños a la física cuántica… todo muy Pitágoras meets Doctor Strange.

Lun-Yi Tsai, Cambio, 2008

Lo curioso es que, más allá del rigor matemático (que a veces brilla por su ausencia), estas obras hablan de cómo el teorema trasciende su uso escolar. No es solo un truco para calcular lados perdidos en triángulos, sino un símbolo de orden, lógica y belleza matemática. Pitágoras no solo “demostró” algo: creó un lenguaje visual que artistas siguen reinterpretando siglos después.

Así que la próxima vez que te toque explicar el teorema en clase y veas ojos vidriosos de aburrimiento, cuéntales que ese mismo teorema inspiró esculturas, cuadros y hasta performances. Que sí, también hay fórmulas, pero quién dice que no pueden ir acompañadas de un buen cuadro y una reflexión sobre la estética del mundo.

Porque si algo nos enseña Pitágoras, es que incluso en el mundo más cuadriculado de las matemáticas... hay arte. Literalmente.

A continuación te presento algunas obras que utilizaron este teorema como inspiración: 

Mel Bochner, Teorema de Pitágoras (cuadrado rojo), 1973

Mel Bochner, Pitágoras (4), 2006

Marion Drennen, Homenaje a Pitágoras, 2006

Esquema de la demostración de Euclides del Teorema de Pitágoras

Marcus Zilliox, Retrete, Versión pitagórica (después de Duchamp)

Marcus Zilliox, Hephaestus

Stella Pinilla, Homenaje a Pitágoras



Marcus Zilliox, Escultura del Teorema de Pitágoras

Ronis Varlaam, A walk in Margate


Serge Doubovetzky, Pitágoras 2

D. Amaral Oyarvide, “Pitágoras, demostración del teorema”

La sombra de Pitágoras, Saraí Maldonado, 2024


La mano de Pitágoras, Yaritza Yohaly Carranza Rangel, 2024


Jens Rusch, Pitágoras








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